martes, junio 03, 2014

GRANDES CONSTRUCTORAS de BRAZIL en America Latina

Club de los grandes. Odebrecht, Camargo Corrêa, OAS y Queiroz Galvão operan activamente en la región hace más de 30 años. La mayoría, sin embargo, bajó la guardia. “Percibimos una reactivación hace cinco años, incluso en empresas que ya no tienen el mismo peso que en el pasado”, dice Sherban Leonardo Cretoiu, profesor del Núcleo de Negocios de la Fundación Dom Cabral (FDC). OAS, por ejemplo, acaba de ganar la licitación para construir un puente de 2,6 kilómetros sobre el canal de Chacao, en Chile. La obra tiene un presupuesto de US$ 600 millones y la empresa participa junto con la coreana Hyundai, la francesa Systra y la noruega Aas-Jakobsen. Recientemente perdió un contrato para construir una carretera en Bolivia, pero está renegociando otro megaproyecto en Perú, la represa de Inanbari, suspendido en 2011 y con un presupuesto estimado de US$ 4.000 millones. La lista de otras constructoras con proyectos en la región es larga: Camargo Corrêa está construyendo la mayor hidroeléctrica de Venezuela; Queiroz Galvão tiene un proyecto conjunto con Eletrobras para construir la hidroeléctrica Tumarín, en Nicaragua (con un presupuesto por US$ 1.100 millones), mientras que Andrade Gutierrez tiene proyectos importantes en Perú y Venezuela. La más grande de todas las empresas del sector, Odebrecht, tiene una carpeta de proyectos estimada en más de US$ 8.100 millones, en sectores que van de la petroquímica, la agricultura y la energía a la infraestructura propiamente tal. Para ello creó una empresa, Odebrecht Latininvest, encargada de centralizar las operaciones multilatinas. En el otro extremo está Galvão, una de las más jóvenes en estas lides regionales, en comparación con los gigantes históricos como Odebrecht. Su primer contrato data recién de 2010. “En estos momentos estamos trabajando en nuestro plan estratégico”, afirma Namur. “Pero el consejo de administración ya decidió consolidar nuestras operaciones en Perú”. Actualmente el proyecto más importante tiene un presupuesto de unos US$ 100 millones y debiera terminarse este año. La idea es buscar oportunidades en segmentos como aguas y saneamiento, carreteras y aeropuertos. Entre los factores citados para explicar esta expansión está la acción diplomática del gobierno brasileño, como el apoyo financiero del BNDES. Cretoiu destaca también el crecimiento económico “incluso en países con regímenes hostiles a la iniciativa privada”. Está también el reconocimiento de la ingeniería brasileña, según afirma Moacir de Miranda Oliveira Junior, profesor de FEA/USP, un prestigio ganado en la época de las grandes obras de infraestructura de “los años del milagro”, cuando obras como la represa de Itaipú o el puente Rio-Niterói convocaron la admiración mundial. Pero sobre todo está el impulso de las propias constructoras para abrir nuevos mercados y diversificar el riesgo de sus operaciones, aprovechando las oportunidades que se abren en la región, según afirma Carlos Fernando Namur, superintendente de infraestructura internacional de Galvão Engenharia. Mayor competencia. Uno de los principales obstáculos a la expansión regional es la creciente competencia de otros actores de escala mundial. Según Namur, de Galvão, aumentó mucho desde 2008, “especialmente de parte de constructoras españolas e italianas, pero también chinas”. Según un catastro de la ONG International Rivers, hace 14 años China sólo tenía un par de proyectos en la región, en la pequeña Belice. Hoy son 21. En Ecuador, por ejemplo, Sinohydro opera la mayor obra hidroeléctrica del país, Coca Codo Sinclair, de 1.500 MW. En Costa Rica esta misma empresa opera el proyecto Reventazón. Y China tiene también su propio BNDES, el Exim Bank. “China y España ofrecen financiamiento con tasa cero”, afirma Namur. “Nosotros tenemos que ganar en la ingeniería”. Existen otras barreras domésticas, como el prejuicio aún imperante en círculos políticos de que “exportar servicios es exportar empleos”, recuerda Oliveira Junior, de FEA/USP. “Pero lo que estamos haciendo es generar empleos en la cadena productiva del sector vendiendo software, equipos y otros productos”. Estos prejuicios ya tienen eco en el ciclo electoral, con precandidatos a la presidencia de la República cuestionando no tanto el involucramiento de las constructoras, pero particularmente de BNDES como proveedor de financiamiento a grandes proyectos de infraestructura en países como Cuba o Venezuela. Curiosamente este tipo de cuestionamientos no proviene necesariamente de políticos o partidos de derecha. Marina Silva, la candidata ecologista que obtuvo un 19% de los sufragios en las últimas elecciones presidenciales, es de quienes proponen un distanciamiento de Cuba. Mariel, el puerto cubano cuya construcción encabeza Odebrecht, contiene todos los elementos para herir este tipo de susceptibilidades. Se trata de una de las piezas centrales del programa de reinserción internacional del régimen de Raúl Castro. De hecho, una vez terminado será el primer puerto moderno del país y eje de la Zona Especial de Desarrollo, donde se podrán instalar empresas extranjeras en un régimen al que dio inicio la industrialización china hace treinta años (con participación mayoritaria del Estado). Odebrecht ganó el contrato, por casi US$ 1.000 millones, junto a otras 400 empresas brasileñas. La participación de BNDES en el financiamiento fue de un 70%. Tal vez sirva para aplacar las aprensiones nacionalistas el hecho de que estos recursos fueron entregados en reales y en ningún momento salieron de Brasil.FUENTE:http://www.americaeconomia.com/negocios-industrias/enterese-de-la-ofensiva-de-las-constructoras-brasilenas-en-latina

lunes, enero 27, 2014

CORTE la HAYA: Perú logra zona económica a partir de las 80 millas y Chile afianza límite terrestre

Fallo de La Haya: Perú logra zona económica a partir de las 80 millas y Chile afianza límite terrestre La sentencia de la Corte Internacional de Justicia entregada este lunes por el presidente del organismo, el juez Peter Tomka, estableció la existencia de una frontera en la "en el paralelo que se extiende por unas 80 millas náuticas" a partir del Hito 1 y quebró la línea estableciendo una línea equidistante hacia el sur, otorgándole una porción de mar a Perú. Así, la corte acogió dos de los alegatos chilenos: el Hito 1 y la existencia de una frontera que pasa por el paralelo. Sin embargo, consideró que la frontera no se extendía por 200 millas como alegaba Chile, así es que la quebró y extendió una línea equidistante hacia el sur, otorgándole a Perú unos 22.500 kilómetros de mar de la zona económica chilena, según los expertos. Tomka comenzó a leer la resolución haciendo un resumen de la demanda y aseguró que el argumento de Chile de que el tratado de 1952 determina una frontera "no convence a la corte". "La firma de la Declaración de Santiago de 1952 por parte de Chile y Perú no llevó a cabo una delimitación marítima general", leyó Tomka. La CIJ aseguró que el acuerdo de 1954 se aplica también a Chile y no sólo a Ecuador como aseguraba Perú. Los jueces consideran que en el acuerdo de 1954 da cuenta de un "acuerdo tácito" entre Chile y Perú sobre una frontera marítima, pero que no hay detalles de cómo se convino ni de su extensión. La corte asegura que en los barcos pesqueros de ambos países reconocían el paralelo como una frontera que ya estaba definida desde 1954. Esto da cierto punto de apoyo al punto de vista sobre la frontera, aunque no es relevante respecto a su existencia. Sin embargo, la corte cree que es "poco probable que se haya establecido un límite en el paralelo que llegara a 200 millas" y que la práctica de la pesca de esos tiempos llegaba a "a no más de 80 millas náuticas". La Corte también comenzó la propuesta chilena para una salida al mar de Bolivia y se refiere al memorando de Perú de 1986 que reconocería una frontera marítima. La CIJ cree que los arrestos de pescadores peruanos, sin reclamos de Lima, favorecen la postura chilena pero no la considera relevante. Por todo lo anterior la corte estableció la "existencia de una línea marítima en el paralelo que se extiende por unas 80 millas náuticas". Resolución: Finalmente la corte estableció: -Límite marítimo comienza del Hito 1 (por 15 votos a 1). -Que la frontera sigue el paralelo. -Que la frontera se extiende por 80 millas (por 10 votos a 6) -Que a partir del punto A (80 millas) continuará en una línea equidistante hacia el sur hasta que se tope con las 200 millas de territorio chileno (por 10 a 6). -Que no procede sobre el segundo punto del alegato de (15 a 1). Perú pidió en su demanda de 2008 que se estableciera el límite marítimo con Chile en una línea equidistante a las costas de ambos países, con el argumento de que nunca ha sido fijado, lo que le otorgaría hasta 38.000 kilómetros cuadrados de mar que hasta ahora están bajo soberanía chilena. Chile, que defendía el hasta hace poco límite vigente, sostuvo que la delimitación sí estaba fijada en dos tratados suscritos en 1952 y 1954, que Perú alega que son solo acuerdos pesqueros. Perú también había solicitado a la Corte que reconociera sus derechos soberanos sobre un "triángulo externo" de más de 28.000 kilómetros cuadrados que estaría dentro de las doscientas millas marinas de sus costas y que Chile considera como alta mar.
Ambos gobiernos habían declarado con anterioridad a la lectura del fallo que acatarán el dictamen que se dictará en La Haya, que es inapelable y de cumplimiento obligatorio para las partes.